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26 junio, 2018¡Hola, Ipsoblogueros! Hoy hablamos del color, un tema que no sólo influye en el mundo de la publicidad, sino en todos los aspectos de nuestra vida.
En anteriores blogs hemos hablado de los logotipos y las tendencias 2018 en diseño, pero ni logos ni diseño existirían sin el color. Vamos a ver unas nociones básicas, aunque esto del color es un tema muy amplio. Si queréis, algún día lo trataremos más en profundidad. Empecemos.
¿Qué es el color?
De una forma técnica pero sencilla, diremos que es la impresión producida por un tono de luz en nuestros ojos, e interpretada por el cerebro como un color.
Todos percibimos el color más o menos igual, pero al ser una interpretación del cerebro de cada uno, alguna vez hay conflictos:
“Esto es verde.” “No, es azul.” “Azul verdoso.» «Verde azulado.” ¿Tú qué opinas?
Otra cosa aparte son los daltónicos, pero eso es harina de otro costal.
Nuestro ojo percibe el color sólo cuando hay luz abundante, con poca luz se ve todo en blanco y negro.
Vamos ahora con las diferentes propiedades del color.
Propiedades del color
Posee una serie de propiedades que cambian su aspecto y que definen su apariencia final:
1. MATIZ: Es la cualidad por la cual diferenciamos y damos su nombre al color.
Curiosidad: ¿Sabías que el primer color al que el hombre le puso nombre es el rojo? Y también es el primer color que los recién nacidos pueden ver.
2. SATURACIÓN O BRILLO: De forma sencilla podemos decir que es la cantidad de gris que contiene un color: mientras más gris es, menos brillante o menos “saturado”.
Curiosidad: Cuanto más brillante es el color de un objeto, mayor es la impresión de que está más cerca de lo que en realidad está.
3. LUMINOSIDAD: Es la cantidad de “oscuridad” o “claridad” que tiene un color, es decir, representa lo claro u oscuro que es respecto de su color original.
Curiosidad: Si una estancia está pintada de un color claro, parecerá más grande; si está pintada de un color oscuro, parecerá más pequeña.
¿Por ahora vamos bien? Pues vamos a seguir.
El Círculo cromático
Se trata de un círculo que representa cada uno de los tonos que existen.
Una de las utilidades del círculo cromático es que nos ayuda a elegir estupendas combinaciones de color:
1. MONOCROMÁTICA: Un solo color con diferentes tonalidades. Es muy sencillo pero no proporciona contraste.
2. COMPLEMENTARIA: Mezcla de dos colores opuestos (complementarios) dentro del círculo cromático. Buena opción para llamar la atención.
3. TRIÁDICA: Partiendo de un color dentro del círculo, insertamos un triángulo y conseguiremos tres familias de colores. Conserva el contraste del color complementario y la armonía que de los otros dos. Se puede hacer con un rectángulo y se llamaría combinación TETRÁDICA.
4. ANÁLOGA: Las dos familias de color que están al lado del que hemos elegido. Mejor que un color de los tres predomine, otro apoye y el otro cree contraste.
Con todo esto, ya sabemos hacer buenas combinaciones (tened en cuenta que el negro y el blanco combinan con todo, aunque el negro con naranja, rosa, blanco, rojo o amarillo, crea un conjunto muy potente de color. Igualmente, la mejor combinación con el blanco se logra con azul, rojo o negro). Ahora, ¡a experimentar!
La temperatura del color
Colores cálidos
Los que van del rojo hasta el amarillo. Cuanto más rojo tenga un color en su composición, más cálido será. Este tipo de color transmiten cercanía, intimidad, energía…
Colores fríos
Van desde el azul al verde. Cuanto más azul tenga un color, más frío será. Transmite tranquilidad, calma, seriedad y profesionalidad.
La psicología del color
Analiza cómo percibimos y nos comportamos ante los colores, así como las emociones que nos provocan. Hay que tener en cuenta que, aunque hay pautas globales para todos, también hay variaciones en función de las diferentes culturas. Los cálidos (que ya hemos visto antes) provocan en nosotros diferentes reacciones, tanto positivas como la ternura, como negativas como la irritación. Y los fríos pueden provocarnos calma pero también tristeza.
¿Y cómo aplicamos esto a nuestro día a día? Pues cuando elegimos el color de la habitación de nuestro bebé, cuando queremos dar un aire elegante a las paredes de nuestro salón, al elegir la ropa que nos vamos a poner por la mañana… Aplicamos la psicología del color, pero no nos damos cuenta.
Veamos cómo nos afectan algunos colores concretos:
Blanco: En las culturas occidentales y en algunas orientales, el color blanco representa lo puro e inocente, la limpieza, la paz y la virtud. En culturas orientales y africanas es el alma pura que se va.
Amarillo: Es un color ambiguo, pues representa envidia, ira, traición, pero también felicidad, riqueza, poder… La excesiva presencia de amarillo intenso puede llegar a irritar a una persona.
Rojo: Pasión, fuerza, virilidad, peligro. Vestir de este color nos lleva a comportarnos de forma más extrovertida.
Naranja: Entusiasmo y acción. En las sociedades occidentales se piensa que es el color más optimista.
Azul: Tranquilidad, frescura, inteligencia. Transmite confianza y pureza.
Verde: Juventud, esperanza y nueva vida. Una habitación pintada en verde suave incita a la relajación y al bienestar.
Morado: Sofisticación y la elegancia. Tambien misterio, nostalgia y espiritualidad.
Rosa: Dulzura, delicadeza, amistad, amor puro. En nuestra cultura lo asociamos también a lo femenino.
Gris: Algunas veces se asocia con la indeterminación o la mediocridad, pero la psicología del color le da un significado de paz, tenacidad y tranquilidad.
Negro: En nuestra sociedad se asocia a la muerte, a lo malvado, a la destrucción. En el antiguo Egipto representaba fertilidad y crecimiento. Por su relación con la oscuridad, simboliza el misterio y lo desconocido. En moda es la elegancia y la sobriedad.
¿Qué color te gusta a ti más?
El marketing y el color
A la hora de elegir un color u otro en el marketing, tenemos que tener en cuenta siempre a quién nos vamos a dirigir, quién va a ser nuestro público ya que, como hemos aprendido antes, reaccionamos de manera diversa a los diferentes colores, ya sea por nuestra cultura o por nuestros intereses.
El color en marketing ayudará a asociar el tipo de producto que vendemos con el tipo de cliente al que se lo queremos vender.
A continuación, damos unos pequeños detalles de cómo podríamos utilizar el color en publicidad:
Blanco: Al asociarse a pureza, limpieza e higiene, sería imprescindible en productos relacionados con la salud. O, por nuestra cultura, en productos para novias.
Amarillo: El amarillo puro se usa para llamar la atención, es símbolo de alerta (así es en la naturaleza). Al ser un color vital, alegre y feliz, es ideal para vincularlo al ocio tanto de adultos como de niños.
Rojo: Suele usarse en avisos importante o prohibiciones. El rojo eleva la presión sanguínea y aumenta el ritmo respiratorio, por lo que crea necesidad de urgencia. Debido a su capacidad de sobresalir en la gama de colores y su carácter de urgencia, se usa para llamar la atención, frecuentemente para destacar ofertas o descuentos especiales. También para productos ligados a la pasión.
Naranja: Ideal para la comunicación con gente joven ya que tiene un efecto vigorizante, extrovertido y deshinibido. Hace que un producto caro parezca más accesible. Muy adecuado también para publicitar alimentos.
Azul: Se puede usar con lo que tenga que ver con la limpieza o la frescura; con tecnología, ciencia, profesionalidad, seriedad. En nuestra cultura, para productos enfocados a hombres.
Verde: El color de la naturaleza por eso lo usamos para marcas ecológicas, naturales, sostenibles… En un tono muy suave es relajante, por eso suele usarse en hospitales y productos sanitarios. También lo relacionamos con el dinero, por lo que promociona productos bancarios o financieros.
Morado: Para productos lujosos y con calidad o, en su versión más intensa, dedicados a la mujer. Tiene cierta aura mágica por lo que viene bien para productos relacionados con ciencia ficción, magia o misterio.
Rosa: Productos dirigidos a la mujer, aunque en su versión rosa pálido se vincula con la niñez y la inocencia.
Gris: Para productos de calidad, sofisticados, bueno para productos tecnológicos. Combina bien con colores vibrantes, por lo que es un buen color secundario para marcas.
Negro: Para productos clásicos, de lujo o alta calidad.
Podríamos seguir hablando del color indefinidamente, ya que es un tema apasionante que vivimos todos en primera persona pero, por ahora, ya está bien. Ahora toca reflexionar y experimentar.
Y si aún ahora te resulta complicado o abrumador, en IPSOIDEAS podemos ayudarte a elegir el color correcto para el logotipo de tu empresa, de tu marca o de tu producto y conseguir, de esta forma, estar un peldaño más cerca del éxito.
¡Hasta la próxima!